viernes, 29 de mayo de 2015


Se trata de un arrecife de sílice situado entre la costa de Valencia y la isla de Ibiza

Esta clase de estructuras se creían extintas desde hace millones de años

Arrecife de coral en el Mediterráneo ENRIQUE FALCÓN/TERESA GUERRERO/OCEANA

RICARDO F. COLMENEROIbiza

Actualizado:28/05/2015 11:03 horas1

Investigadores españoles acaban de descubrir a 760 metros de profundidad entre la costa de Valencia y la isla de Ibiza un arrecife de sílice creado por esponjas "roca", análogo a los que existieron hace 150 millones de años, y que se creían extintos.

La revista científica 'Plos One' acaba de publicar el descubrimiento, en el que han colaborado el CSIC, el Instituto Español de Oceanografía y la organización ecologista Oceana

Se trata de una estructura única en el mundo que ha sido hallada en la cima de una pequeña montaña submarina, a escasas 35 millas de la costa de Ibiza, y en el límite donde la petrolera escocesa Cairn Energy aguarda el permiso del Gobierno central para iniciar sondeos petrolíferos.

El arrecife, explican desde Oceana, está formado por la especie Leiodermatium pfeifferae, una esponja que aquí alcanza el metro y medio de altura, y que hasta el momento sólo se conocía en el Atlántico, desde la Macaronesia hasta el Caribe, por lo que también es el primer hallazgo de esta especie en el Mediterráneo.

"Las esponjas litístidas se denominan vulgarmente 'roca' porque son duras y rígidas como piedras debido a que poseen un esqueleto masivo de piezas de sílice, que es un material idéntico al cristal de una ventana. La parte de tejido vivo está mínimamente desarrollada, y no suele llegar al 5% del peso de la esponja", explica Manuel Maldonado, especialista en esponjas del Centro de Estudios Avanzados de Blanes, del Consejo Superior de Investigaciones científicas (CEAB-CSIC), que ha liderado la investigación.

"Entender las causas que han permitido el desarrollo del arrecife en una particular montaña submarina del Mediterráneo proporcionará claves importantes para comprender cómo se desarrollaron los singulares arrecifes de esponjas del Jurásico y cuáles fueron las razones de su desaparición, un declive que ocurrió casi paralelamente en el tiempo al de los dinosaurios", añade el doctor Maldonado.

El descubrimiento del arrecife se ha realizado por medio de un robot submarino a bordo del buque Oceana Ranger, que también ha permitido filmar y recoger información de especies asociadas a este ecosistema, como otras esponjas, corales, gorgonias, cangrejos de profundidad o congrios.

Sin embargo, la mayor parte de los aspectos funcionales de este singular hábitat (alimentación, reproducción, crecimiento, longevidad, etc) están aun por investigar, y los investigadores temen que los planes de prospección de hidrocarburos en el Golfo de Valencia puedan afectar al arrecife, que podría resultar seriamente dañado incluso antes de poder ser estudiado adecuadamente.

Según indica también el artículo científico publicado en la revista científica 'Plus One', los estudios realizados en los alrededores de Baleares han permitido encontrar esta esponja en otra importante montaña submarina, Emile Baudot, pero aquí, aunque puntualmente abundantes, no llegaban a crear estructuras arrecifales.

Los arrecifes de sílice, contruidos por esponjas y no por corales, fueron comunes en los mares Jurásicos y Cretácicos, y se creían extinguidos. Para sorpresa general, en 1987 se descubrió un arrecife de sílice vivo a 200 metros de profundidad en la costa del Pacífico canadiense, formado por esponjas hexactinellidas (esponjas de cristal). Este segundo arrecife ahora descubierto, compuesto de esponjas "roca", es una variedad aún más rara, ya que la inmensa mayoría de las especies de esponjas "roca" se extinguieron tras el Cretácico. Se pensaba que las relativamente pocas especies que sobreviven en nuestros días, confinadas en aguas profundas tropicales y templadas, habían perdido la capacidad de formar arrecifes.

"El arrecife de esponjas 'roca' es un hallazgo excepcional, una formación única en el planeta que debe protegerse urgentemente porque el lugar donde se encuentra está sometido a diversas presiones, entre ellas planes de prospección y explotación de hidrocarburos", señala Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana y coautor del estudio.

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