¿Las herramientas más antiguas?
Una de las piedras halladas en Kenia, consideradas las herramientas líticas más antiguas por sus descubridores.NATURE
Las herramientas talladas por homínidos más antiguas que se conocían hasta la fecha datan de hace 2,6 millones de años. Pero se trata de tecnologías líticas demasiado perfeccionadas para ser las primeras. Así que la comunidad investigadora, incluido el descubridor de las que ostentan el récord hasta la fecha, las de Gona halladas en el año 2000 por Sileshi Semaw, lleva desde entonces esperando el hallazgo de herramientas más antiguas y más primitivas, quizá trabajadas por homínidos que no pertenecieron al mismo género que los humanos modernos, como el ser humano actual (Homo sapiens).
La revista Nature acaba de publicar en su edición digital la noticia que todos estaban esperando. Científicos de centros de investigación franceses y estadounidenses aseguran haber encontrado en Kenia, en el yacimiento de Lomekwi, utensilios tallados por homínidos hace 3,3 millones de años, lo que retrasaría la aparición demostrada de esta tecnología unos 700.000 años.
El hallazgo supondría una revolución para este campo de investigación que trata de profundizar en el conocimiento de la aparición de los comportamientos complejos que han desembocado en la construcción de las sociedades actuales. Sin embargo, el trabajo, que ha tardado cuatro años en ver la luz desde que se realizó el descubrimiento en el desierto del noroeste de Kenia -junto al lago Turkana-, no detalla el hallazgo todo lo bien que reclaman los expertos y que suele exigir la revista científica Nature, una de las más prestigiosas del mundo.
«El yacimiento entero es sorprendente», asegura Chris Lepre, de la Universidad Rutgers de EEUU y uno de los autores que realizaron la datación de las 11 piezas encontradas. «Sencillamente reescribe el libro en muchos aspectos que creíamos que eran ciertos hasta ahora», dice.
No obstante, algunos de los mayores expertos del mundo en el estudio de yacimientos arqueológicos de esta época y en herramientas líticas ponen en duda los resultados presentados por sus colegas. «De ser cierto, es de la mayor importancia para los que estudiamos evolución humana. Pero, leyendo el trabajo en profundidad, veo que faltan datos importantes para poder determinar la antigüedad de las piezas, como la estratigrafía detallada del yacimiento o la planimetría», explica a este diario Manuel Domínguez-Rodrigo, de la Universidad Complutense de Madrid y quizá el mayor experto mundial en Tafonomía y estudio de yacimientos arqueológicos de homínidos.
En cambio sus colegas (y amigos) autores del hallazgo y del trabajo defienden su descubrimiento. «Las herramientas arrojan luz sobre un periodo inesperado y hasta ahora desconocido de comportamiento homínido y nos pueden decir mucho sobre el desarrollo cognitivo de nuestros antepasados que no podemos entender a partir sólo de los fósiles», afirma la autora principal Sonia Harmand, del Instituto de la Cuenca del Turkana de la Universidad Stony Brook, en Nueva York, y la Universidad de Nanterre, en París, Francia.
El problema es complejo, pero de forma resumida los estratos en los que los autores aseguran haber hallado las herramientas están formados por un material que las rocas podrían haber atravesado sin dificultad debido a procesos atmosféricos normales. Es decir, según Domínguez-Rodrigo los autores no pueden de ningún modo asegurar que las herramientas estaban incluidas en un estrato de 3,3 millones de años. Y en realidad podrían tener esa antigüedad, pero también 100.000 años o 500. Quizá por ese motivo el trabajo no presenta datos considerados esenciales por los expertos en paleoantropología para poder evaluar la veracidad del hallazgo.
Pero, ¿cómo ha podido pasar los filtros y las revisiones científicas de una revista de prestigio como Nature? Según los investigadores críticos, sólo es explicable por el exceso de ambición de sus editores por trabajos que vayan a tener un gran impacto mediático.
Tengan o no una antigüedad de 3,3 millones de años, algunas de las herramientas que presenta el trabajo sí son aceptadas por los expertos consultados como piezas líticas. Dado que esa cronología es más de 500.000 años más antigua que la primera especie conocida del género Homo, la tesis de los autores es que los utensilios pudieron ser tallados por individuos de la especie Kenyanthropus platytops, encontrado en 1999 cerca de un kilómetro del lugar de la herramienta y que pudieron habitar la zona por aquella época. Pero no descartan tampoco que fuese algún otro homínido de la época, como el Australopithecus afarensis o incluso algún Homo aún por descubrir.
«No sería una gran sorpresa encontrar piedras modificadas de hace 3,3 millones de años, especialmente sabiendo que los chimpancés o los monos capuchinos usan rocas para partir nueces», asegura Sileshi Semaw, investigador del Centro Nacional de Investigaciones sobre la Evolución Humana (Cenieh) y autor del hallazgo de las industrias líticas de Gona. «Pero existen serias dudas sobre el contexto geológico del yacimiento de Lomekwi», opina Semaw.
«Yo creo que debe haber herramientas talladas por homínidos de más de 2,6 millones de años, pero creo que cada hallazgo debe estar científicamente demostrado», dice Domínguez-Rodrigo. «En realidad, no han demostrado nada», sentencia el investigador español.
Para Semaw, existen además dos problemas añadidos en la investigación. «Las colecciones de piedras de Lomekwi están muy mezcladas. Algunas muestran modificaciones con múltiples filos, pero otras piezas con aparentes marcas no están tan claras», opina el experto. «Nuestra experiencia en Etiopía nos dice que esas marcas pudieron haber ocurrido naturalmente debido a la meteorología». Además, según Semaw, la datación magnética realizada por los autores podría concordar con un periodo entre 3,08 y 2,58 millones de años.
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